miércoles, 6 de agosto de 2014

LA CREATIVIDAD COMO CAPACIDAD ESCENCIAL

La creatividad

A veces la educación atenta directamente contra la creatividad. Destruye la innovación de ideas, reprime la imaginación, siempre bajo el título de enseñar.

La realidad es que el modelo educativo está muy estandarizado. Vivimos en un mundo que cada vez exige más personas creativas, innovadoras, vivaces, pero también se hace cada vez más difícil encontrar dichas características. Y eso tiene que ver con contar a nivel global con un paradigma educativo mal proyectado, que simplifica a los estudiantes a que sean máquinas de realizar exámenes, los estigmatiza cuando cometen errores, deja de lado las conexiones entre el intelecto y los sentimientos, y confunde claridad o pseudo-conocimiento con sabiduría.

Un escritor británico especializado en la creatividad, Ken Robinson, precursor en el cambio del paradigma educativo, ha dado numerosas conferencias y charlas donde explica de manera muy intuitiva cómo es que ese sistema de educación nos está afectando, y cómo deberíamos cambiarlo. Según Robinson explica, todos contamos con una gran capacidad creativa innata, que luego es suprimida por el sistema, los niños están dispuestos a arriesgarse, no tienen miedo a equivocarse, y lo interesante es que si no estamos preparados para equivocarnos, nunca vamos a obtener buenas ideas.



Cuando esos mismos niños llegan a adultos, la mayoría perdió esa capacidad. Y el problema radica en que cuando el niño se equivoca, contamos con un modelo educativo donde equivocarse es lo peor que alguien puede hacer, y el resultado es que estamos educando a la gente por fuera de su capacidad creativa. Las comunidades humanas necesitan de la diversidad de talento, no de un único concepto de habilidad.Se enfatiza mucho en “una sola respuesta” y eso no se condice ni con la realidad, ni con nuestras necesidades sociales. Precisamos más de una solución al mismo problema, pero cómo podemos obtener numerosas soluciones si desde un sistema global predicamos que hay sólo una respuesta y que el resto de soluciones son erróneas.

Algunas de las características para fortalecer la creatividad son: colaboración, un ambiente diverso, intercambio multidisciplinario, contar con tiempo y recursos, y la aceptación y estímulo hacia las respuestas incorrectas.



Hoy en día las clases constan de un profesor, que da la clase, otorga información o conocimiento, los alumnos la reciben, y han de aprenderla y luego tomar una prueba donde dejen constancia de dicho conocimiento. ¿Cómo incentiva eso a la imaginación? ¿Dónde está el intercambio de opiniones, de ideas, de soluciones? Actualmente matamos la curiosidad, damos la respuesta a todo y no admitimos alternativas.

Todo ésto se relaciona directamente con el gran nivel de disertación a nivel educativo que estamos sufriendo. La sociedad está rechazando un sistema que los margina y reprime de sus propios pensamientos. Y eso es positivo, pero la educación sigue siendo importante, y la respuesta es un cambio radical en el paradigma educativo. Gente como Robinson ya están aportando su granito de arena, cada uno debería reflexionar y entender el concepto, para entre todos cambiar un modelo que ya nos está afectando y que eventualmente, de no cambiarlo, sólo empeorará.
El profesor creativo
Se piensa raras veces en los profesores como profesionales creadores. El auténtico aprendizaje, es creativo. ¿Por qué, entonces, no considerar también como tal al profesor que lo dirige?. Por la propia naturaleza de su profesión los profesores tienen que comportarse en la forma característica de la persona creativa. Deben darse cuenta de lo que sucede en la clase y ser sensibles a ello. A fin de ser eficaces, deben percibir las necesidades de sus alumnos y conocer aquello por lo cual se sienten motivados y capacitados para aprender.
Los profesores han de ser flexibles, capaces de enfrentarse constructivamente con hechos imprevistos, con cambios de última hora en programas y planes, y con nuevas situaciones que se originan en las actividades de sus alumnos y desconciertan a la dirección. Deben ser espontáneos, capaces de reaccionar rápidamente y con confianza ante los acontecimientos.

Aprendizaje y enseñanza creativos
Definimos el «proceso de aprendizaje creativo» como una forma de captar o ser sensible a los problemas, deficiencias, lagunas del conocimiento, elementos pasados por alto, faltas de armonía, etc.; de reunir una información válida; de definir las dificultades o de identificar el elemento olvidado; de buscar soluciones; de hacer suposiciones o formular hipótesis sobre las deficiencias; de examinar y reexaminar estas hipótesis, modificándolas y volviéndolas a comprobar, perfeccionándolas y finalmente comunicando sus resultados. Esta definición describe un proceso humano natural en cuyas etapas están implicadas fuertes motivaciones.
Hay momentos en los procesos educativos en los que el alumno, por especial sensibilidad hacia algunos problemas, detecta lagunas en la información, deficiencias o incongruencias que pueden crear en ese momento el sentimiento de algo incompleto, de que la clase o el curso no va bien, o que no es práctico. Es cuando se provocan las mayores tensiones. Cuando así sucede, el alumno se encuentra incómodo porque reconoce una necesidad. Cualquiera que sea el calificativo que empleemos, necesita descargar su tensión. Si no sabe dar una contestación correcta a esta inquietud, o si sus formas habituales de respuesta son inadecuadas, tratará de hallar las posibles explicaciones, tanto en el archivo de su propia memoria como en otras fuentes: libros o experiencias ajenas eludiendo al profesor.
El alumno adulto buscará soluciones alternativas, tratando de evitar los tópicos y las respuestas obvias (también erróneas o impracticables), investigando, diagnosticando, manipulando, volviendo a ordenar, reconstruyendo y haciendo conjeturas y aproximaciones. Hasta que estas conjeturas o hipótesis no quedan probadas, modificadas y reexaminadas, el que aprende se siente incómodo. Sigue motivado para continuar tratando de perfeccionar su respuesta hasta que le parezca satisfactoria, tanto estética como lógicamente.
La tensión permanece mientras el alumno no comunica sus resultados a los demás. A esto lo denominamos «proceso de aprendizaje creativo», porque implica una producción de información o desarrollo de habilidades nuevas y en cierta medida originales para el individuo que aprende.


La potenciación didáctica de la creatividad.
El proceso de aprender creativamente lleva consigo motivaciones humanas tan fuertes y estimulantes como las siguientes:
  • Implicación personal en algo significativo.
  • Curiosidad y deseo de saber ante lo que sorprende, lo inacabado, la confusión, la complejidad, la falta de armonía, la desorganización y otras cosas por el estilo.
  • Simplificación de la estructura o diagnóstico de una dificultad por medio de una síntesis de la información conocida, formando nuevas combinaciones o identificando fallos.
  • Elaboración y divergencia, planteando nuevas alternativas, nuevas posibilidades, etc.
  • Posibilidad de juzgar, evaluar, contrastar y comprobar.
  • Desechar las soluciones condenadas al fracaso, erróneas o no prometedoras.
  • Elegir la solución más adecuada haciéndola atractiva y estéticamente agradable.
  • Comunicar los resultados a otros.

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